PACTO POR EL MAR MENOR

Fernando Alemán

Me llamo Fernando Alemán y escribo desde San Diego, California. En concreto desde el Instituto Scripps Research Institute, un lugar donde investigan varios premios Nobel de distintas disciplinas, y mi papel aquí gira en torno a la cristalización de anticuerpos que se unen a la envoltura del virus de la Hepatitis C con el objetivo de encontrar una vacuna.

Nacido y crecido en Murcia, estudie la licenciatura de farmacia en Granada. Universidad pública, costeada con los impuestos de todos los españoles, al igual que la beca que conseguí para desarrollar el doctorado en el CEBAS-CSIC en biología molecular de plantas. Sin embargo, los continuos recortes en I+D me han hecho emigrar a San Diego. Muchos hablan de la necesidad de cambiar el modelo económico del ladrillo, pero pocos hacen algo.

Recuerdo que durante un tiempo me estuve planteando la posibilidad de desarrollar mi carrera profesional como parte del sistema de salud pública de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (CARM). Leyendo el temario de oposiciones encontré el Real Decreto 1341/2007, de 11 de octubre sobre gestión de la calidad de las aguas de baño. Mi sorpresa llegó el pasado verano cuando al intentar informarme en la página de la CARM sobre los análisis que la comunidad debería haber realizado, su página web oficial sólo ofrece datos de 2009. Ante esta falta de transparencia me pregunto qué se nos está ocultando a los murcianos (incluido los que vivimos lejos y sólo volvemos por Navidad).

Pasé mi niñez y mi juventud a la orilla del magnífico Mar Menor y me gustaría que las nuevas generaciones pudieran pasar su infancia y juventud disfrutando de la misma forma. Mis mejores veranos han estado las playas de Los Narejos y Los Alcázares. Por eso, al tener conocimiento de la iniciativa del Pacto Por el Mar Menor no he vacilado y me he integrado en ella.

Desgraciadamente los informes de los expertos que he podido leer indican que el Mar Menor está necesitado de medidas urgentes que impidan su destrucción. Los ataques múltiples que en los últimos años viene recibiendo de forma sistemática e implacable, lo han colocado, como dice un integrante del propio grupo, al borde de la muerte.

San Diego posee una preciosa bahía llamada Mission Bay que me recuerda demasiado mis buenos momentos en Los Narejos. Conscientes del valor de esta pequeña bahía, nadie repara aquí en gastos para la conservación y el mantenimiento de la misma. Es parte del legado natural para los que están por llegar. ¿Por qué las autoridades murcianas no velan por el mantenimiento y la conservación del Mar Menor? ¿Pesan más los intereses económicos o de otra índole?

Por ello quiero apoyar públicamente la iniciativa de la plataforma del Mar Menor y en concreto las jornadas a celebrar los próximos días 2 y 3 de diciembre en la Universidad de Murcia, en donde algunos científicos e investigadores tendrán la posibilidad de exponer, una vez más, la grave situación en la que se encuentra el Mar Menor, las causas que han llevado a ello y las medidas a adoptar de forma urgente para impedir un mayor deterioro, y a los que se invitara a distintas organizaciones sociales y también a los partidos políticos que, en última instancia, serían los que tienen la responsabilidad de cuidar del Mar Menor y a quienes desde California les pido que firmen un gran pacto de salvación del mismo.


Un saludo desde San Diego de un investigador murciano