Manifiesto
12 junio 2016
El Mar Menor es un lugar único en el
mundo por el que han navegado generaciones de marineros, pescadores y
deportistas, un tesoro natural, que a causa del desarrollo descontrolado de las
últimas décadas, se encuentra en una situación crítica próxima al colapso si no
se toman medidas correctoras con urgencia.
Es un ecosistema frágil, muy frágil, y
todos queremos aprovecharlo, navegarlo, vivirlo... pero también hay que
cuidarlo. No podemos beneficiarnos y disfrutar de esta laguna si no tenemos en
cuenta las repercusiones ambientales,
sociales y económicas de una mala gestión.
Las repercusiones ambientales son preocupantes. A la vista está el color del agua de
la laguna que ha tenido durante todo el invierno y que sigue teniendo debido al
elevado contenido de nitratos, y otros compuestos que se vierten en su
mayoría a través de esta rambla.
Las repercusiones sociales son más que evidentes: muchos bañistas y turistas eligen
otras playas. ¿Por qué se ha masificado el Parque Natural de Calblanque o el
Parque Regional de Las Salinas de San Pedro en los últimos años?... Porque
mucha gente ya no quiere bañarse en el Mar Menor.
Y las repercusiones económicas se están haciendo notar ya:
muchos turistas y visitantes, al ver el estado de deterioro de sus aguas, han
decidido no volver este año.
La plataforma Pacto por el Mar Menor
recoge nuestra voz, la voz de la gente que quiere ser escuchada ante esta
tremenda situación y que demanda soluciones efectivas e inmediatas para
proteger un patrimonio natural universal, cuya custodia y conservación es un
bien que tenemos obligación de legar intacto. Somos personas que sentimos la
pérdida de un tesoro del que formamos parte y que nos identifica.
El Pacto por el Mar Menor exige a la
Administración, a esta Administración que lleva décadas mirando hacia otro lado
y perdida en proyectos que no son efectivos para revertir el deterioro del Mar
Menor, que solucione de inmediato el
problema gravísimo que sufre la laguna, teniendo en cuenta a todos y cada uno de los sectores y organizaciones implicados.
* Pedimos medidas urgentes ante los
vertidos, especialmente los que se producen a través de esta rambla.
* Que se inicie a la mayor brevedad,
una auditoría al Campo de Cartagena, para conocer las más de 20.000 hectáreas
que se han puesto ilegalmente en regadío, así como las más de mil desalobradoras,
igualmente ilegales, y que se actúe en consecuencia, contra aquellos que no
cumplen las normas.
* Y que se implementen las medidas
precisas para que la actividad agraria sea más sostenible.
Pedimos:
* Que se lleve a cabo la moratoria
urbanística propuesta en la Asamblea Regional hasta que sea aprobada la Ley de Protección del Mar Menor.
* Que se apruebe ya el Plan de Gestión
de Espacios Protegidos del Mar Menor y de la Franja Litoral Mediterránea de la
Región de Murcia.
* Que se impulse, la tramitación de una
Ley de Gestión Integral del Mar Menor.
* Que se insista en la gestión y
adjudicación de los fondos ITI, con una visión integral y efectiva, lejos de proyectos o medidas descoordinadas
como las que se están proponiendo desde la Administración Regional. Medidas que
no contemplan la urgencia de la situación y, que además, no ofrecen soluciones
al primer y más importante problema del Mar Menor: el deterioro de la calidad
de sus aguas. El planteamiento de estas actuaciones está centrado, como
siempre, en obras públicas e infraestructuras; y no tienen en cuenta el
conocimiento científico y tecnológico que atesoran las universidades y Centros
de Investigación.
También pedimos:
* Que se intervenga de forma urgente en
la eliminación de infraestructuras que supongan un obstáculo a la dinámica
sedimentaria de la ribera interna de la laguna.
* Que se promueva una nueva orientación
turística sostenible que sustituya la actual ligada a los desarrollos urbanísticos
y recupere nuestras costumbres y tradiciones.
* Que se sustituya la mal llamada "regeneración"
de playas por otros modelos como las plataformas de madera... que no dañen este
frágil ecosistema marino.
En definitiva, pedimos medidas urgentes, integrales y eficientes
que nos devuelvan… nuestro futuro robado.
Desembocadura de la rambla del Albujón a 12 de junio 2016