COMENTARIOS AL PRIMER INFORME TÉCNICO (CAMPAÑA MM1116:
OTOÑO) DEL “ESTUDIO OCEANOGRÁFICO INTEGRAL DE ALTA RESOLUCIÓN DE LA LAGUNA
COSTERA DEL MAR MENOR”
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Por José Benedicto. Químico, investigador del
IEO jubilado e integrante del grupo de coordinación de la plataforma Pacto por
el Mar Menor
Este Informe sobre la situación del Mar Menor en otoño, publicado
recientemente, presenta los resultados obtenidos por el Instituto Español de Oceanografía, la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria y D. C. Servicios Ambientales, S.L. en la primera Campaña
oceanográfica que tuvo lugar del 18 de noviembre y el 2 de diciembre de
2016.
No hay duda de que este estudio, cuando se
complete con las Campañas previstas para 2017 (invierno, primavera, y verano),
aumentará el conocimiento científico sobre el funcionamiento del ecosistema
lagunar y proporcionará información muy útil para su gestión. Pero nos
sorprende comprobar la falta de información sobre la evolución
del estado de la eutrofización de la laguna ya que este primer Informe de otoño no
incluye ni valora el contenido de nutrientes inorgánicos,
a pesar de ser el factor fundamental del proceso de deterioro de la masa de
agua.
La mejora del conocimiento sobre el
hidrodinamismo, la batimetría y la geología y biología de sus fondos es necesaria y deseable,
pero a día de hoy seguimos sin ningún informe científico sobre la
evolución del proceso de eutrofización de la laguna, que se inició a finales del verano de 2015.
¿A qué se debe esta carencia? ¿Cómo este fenómeno de eutrofización no tiene un
estudio específico?
Si, como advierten los autores, los
resultados y conclusiones contenidas a lo largo de este informe no pueden ser
interpretados de forma aislada y concluyente, sino tan solo de forma parcial y
provisional hasta que se complete el ciclo anual de los procesos estudiados,
¿cómo se puede concluir con los datos preliminares obtenidos que, desde el punto de vista
hidrodinámico, podrían observarse síntomas de reversibilidad de la
eutrofización a corto o medio plazo? ¿En qué se basa esta afirmación?
Según la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina
(Directiva 2008/56/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 17 de junio de 2008), por la que se establece un marco de acción
comunitaria para la política del medio marino, el Buen Estado Ambiental (BEA) respecto a la eutrofización de una masa de
agua se alcanza cuando “la eutrofización inducida por el ser humano se
minimiza, especialmente los efectos adversos como pueden ser la pérdida de
biodiversidad, la degradación de los ecosistemas, las eflorescencias masivas de
algas y el déficit de oxígeno en las aguas profundas”.
Es evidente que la minimización de esos
efectos no se está produciendo todavía en el Mar Menor sino todo lo contrario y
que lo más probable es que la situación se agrave la próxima primavera tras los
aportes de las lluvias torrenciales que tuvieron lugar después de la Campaña de
Otoño. La pérdida del 85% de las praderas del alga oreja de liebre (Caulerpa
prolifera), por el incremento de la turbidez de las aguas, y la gran
mortandad de especies sensibles, como cornetas (Hexaples trunculus), nacra común (Pinna nobilis),
berberechos (Cerastoderma glaucum), por hipoxia, es decir por niveles
bajos de oxígeno disuelto (0-5 mg/l), junto al enfangamiento progresivo de las
zonas someras, no parecen síntomas de mejoría ¿Qué está ocurriendo desde el punto de
vista ecológico? ¿Cuál será el impacto final en la biodiversidad del ecosistema
lagunar?
Si antes de las lluvias torrenciales de
finales de 2016 el estado de la masa de agua lagunar ya no era buena, la
situación global sería aun peor si tenemos en cuenta las zonas someras. La importancia ecológica de estas zonas
litorales como hábitats para las comunidades de peces y los servicios sociales
que ofrece al ser zonas prioritarias de baño parece que no se reconoce como
tal, dada la falta de estudios específicos que determinen el múltiple impacto que se está produciendo en ellas
debido al aterramiento, a la turbidez y a la acumulación de materia orgánica que está generando la laguna
durante el proceso de eutrofización. ¿Quién estudia
el impacto de la eutrofización en estas zonas de alto interés ecológico y
social?
Otra conclusión destacable de este Informe es la mala situación ambiental de la masa de agua de
la cubeta sur, entre Los Nietos y las islas, que se confirma como una zona
sensible a eutrofizarse. En ella se dan los valores más bajos de oxígeno y de
pH de toda la laguna y los más altos de turbidez. Este hecho es preocupante ya
que la red de estaciones de muestreo es insuficiente a pesar de que las aguas de la cubeta sur son las que reciben más aportes terrígenos por las escorrentías de las
zonas agrícolas muy cercanas a la orilla.
En cuanto a la conclusión de que el Mar
Menor no presenta –en el momento de la realización de la campaña MM1116–
procesos de anoxia, aunque se reconoce un cierto déficit de la concentración de
oxígeno disuelto con la profundidad, habría que precisar más, ya que es posible
que la metodología utilizada deje fuera del estudio los fondos lagunares. ¿A
qué distancia del fondo se toman las muestras tanto con la sonda como con las
botellas Niskin? ¿Existe una zona próxima al sedimento que queda fuera del
alcance de los instrumentos de medida?
La conclusión del informe que resulta más
positiva es que, al contrario de lo que nos temíamos, el Mar Menor no está
disminuyendo de profundidad sino que ha aumentado, especialmente en las zonas
más profundas. Este aumento puede estar relacionado con la pérdida de las
praderas de algas, lo que facilita el arrastre de fangos, limos y arena. Si
esta hipótesis fuera cierta tendría un segundo efecto beneficioso que sería la
eliminación de materia orgánica de los fondos que ocasionan bajos contenidos de
oxígeno disuelto y que, en su proceso de descomposición, proporcionan
nuevos nutrientes disueltos a la columna de agua.
Si el Informe concluye que no serían
necesarias medidas artificiales adicionales de ingeniería, como la apertura de
las golas existentes u otros canales y que, actualmente, las Encañizadas y
Marchamalo tienen una contribución mínima a la tasa de renovación lagunar,
¿porque se está dragando la gola de Marchamalo? ¿Cómo contribuye este dragado a
mejorar la situación ecológica de la cubeta del Mar Menor, la más deteriorada
según este Informe?
Las previsiones optimistas que se están
difundiendo parecen poco reales ya que estaban
supeditadas a una eliminación efectiva y significativa
de los aportes terrígenos procedentes de la agricultura local, eliminación que
desgraciadamente no se ha producido a causa de las lluvias torrenciales de
finales del 2016 y a sus efectos posteriores como consecuencia de un aporte
continuo de agua a través de la Rambla del Albujón.
Enlace al PRIMER INFORME TÉCNICO (CAMPAÑA MM1116: OTOÑO) DEL “ESTUDIO OCEANOGRÁFICO INTEGRAL DE ALTA RESOLUCIÓN DE LA LAGUNA COSTERA DEL MAR MENOR”
Vista de la cubeta sur del Mar Menor. Restos de materia orgánica que enfangan las orillas |