Dos años después

Hace dos años se celebraron en la UMU unas jornadas de reflexión sobre la dramática situación en que se encontraba el Mar Menor, que sirvieron también de presentación pública de una plataforma que se estaba constituyendo con el nombre de "Pacto por el Mar Menor".
El miércoles 25 de octubre pasado se celebró una jornada en el mismo lugar en la que se dio cuenta de todo el trabajo realizado, se recordaron las razones de porqué se encuentra al borde de la muerte y también y paradójicamente de la profusa legislación protectora que ni ha conseguido parar su deterioro ni exigir responsabilidades a sus responsables por acción u omisión.

La jornada estuvo muy bien por las ponencias , la asistencia y la participación.

Creo, no obstante, que quedo en el aire un sabor amargo. Se han hecho muchas cosas por la plataforma hasta el punto de cosechar distintos reconocimientos públicos; ha llevado la dramática situación del Mar Menor a distintos foros, mediáticos, legislativos e incluso Europeos. En todos ellos se ha coincidido en la irresponsabilidad de quienes han permitido llegar donde hemos llegado, de permitir que lo que se reconoce como la gran joya medioambiental de Murcia este cerca del abismo, en la necesidad de adoptar medidas urgentísimas, de colaboración entre los distintos partidos, administraciones publicas, científicos, sectores productivos/ laborales afectados y sociedad civil en general.

Sin embargo la sensación que muchos de los que nos acercamos periódicamente al Mar Menor tenemos es que se nos muere irremediablemente. De que no podrán disfrutar de el nuestros hijos o nietos. De que esa labor de sensibilización no ha dado los frutos normales que razonablemente, por la labor realizada, debía haber cosechado ya.

A estas alturas, dos años después, la administración no puede ni siquiera asegurar que el vertido cero, algo clamado como fundamental para evitar el desastre irreversible, sea una realidad. A estas alturas no se informa de dónde va a parar la gran cantidad de salmuera con nitratos que diariamente sigue produciéndose en el Campo de Cartagena. A estas alturas no se han concretado en nada las investigaciones de la Fiscalía que periódicamente se anuncian y cuya no finalización, posibilita que se crea que estamos ante un juego no delictivo.

Se sabe que se contrató un gran estudio sobre el Mar Menor que finalizó hace meses y del que todavía no se tiene noticias, según se informó, ni se han ejecutado las medidas que se propusieron.

Se sabe que existe un comité de expertos que se reúne de vez en cuando pero que no ha sido capaz, por las razones que sean, de proponer un DECÁLOGO de medidas a adoptar sin dilación alguna, bajo presión de dimisión, para no convertirse en el amparo de la desidia de los poderes públicos y ello sin perjuicio de concreción de otras medidas a adoptar a corto, medio y largo plazo.

Se sabe que se nombró un director general del Mar Menor cuyos medios, según información de la prensa en su día, eran un iPad y un despacho y a cuyo frente se encuentra una persona de la que no se duda su buena voluntad pero sin ninguna experiencia mas allá de haber nacido cerca del Mar Menor y que fue designada, posiblemente, para dar la sensación de que se le daba importancia al tema, cuando la situación del Mar Menor, su gravedad y trascendencia deberían de ser parte de la agenda prioritaria y permanente del presidente de la Comunidad Autónoma, único interlocutor que debería admitir la propia "Plataforma Pacto por el Mar Menor".

Y todo ello justifica la sensación que tenemos muchos de nosotros de que nuestro Mar Menor se nos muere, y de que nos necesita. Que necesita que los que creemos que el Mar Menor es un gran patrimonio de Europa, del Mediterráneo –una joya que nos da múltiples riquezas y vida– redoblemos nuestro esfuerzo por su conservación. Y que necesita que se sepa que su situación tiene unos culpables cuya miopía o/avaricia no pueden quedar impunes, porque las generaciones futuras no nos lo perdonarán pero también porque ello que cabe calificarlo como un gran caso de corrupción, pone en entredicho nuestra democracia que tantos siglos y esfuerzos costó a tanta y tanta gente en nuestra historia.

Exijamos actuaciones inmediatas, exijamos credibilidad a quienes no la han tenido, seriedad a quienes no la han demostrado y responsabilidad por las conductas mantenidas.

A. Nicolás Franco
Asistentes a la mesa redonda "Sociedad responsable, Mar Menor vivo" el 25 de octubre 2017