Setos para el Mar Menor

Ramón Navia
Ingeniero agrónomo y agricultor ecológico

La agricultura, absolutamente necesaria para la humanidad, puede causar daños –a veces irreversibles– cuando no se aplican en su práctica las técnicas y los conocimientos agroambientales que se tienen para la protección del medio ambiente donde se realiza. Ojalá no estemos en el entorno del Mar Menor ante uno de esos casos en los que la ambición económica deja desolación y destrucción a su paso.

Una propuesta para evitar que las escorrentías produzcan la tremenda erosión del suelo que estamos viendo estos días de lluvia y que, además, absorban los nitratos provenientes de los cultivos, sería la de plantar un cinturón verde con plantas autóctonas alrededor del Mar Menor.

Este cinturón o seto que se propone, tendría que tener al menos 500 metros de ancho y se extendería principalmente a lo largo de la vertiente oeste de la laguna. Protegería aquellas zonas o tramos donde, por existir actividad agrícola próxima, o por tratarse de terrenos sin edificaciones, el agua de lluvia pudiera afectar a la laguna.

Las plantas a utilizar serían las nativas de la zona usando especialmente el ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata) en serio peligro de extinción y otros arbustos como palmitos (Chamaerops humilis), lentisco (Pistacia lentiscus), etc.


Ciprés de Cartagena (Tetraclinis articulata

Los setos, elementos importantes del paisaje agrario, son normalmente restos de la vegetación arbórea y arbustiva natural que se ha conservado como elemento de separación de fincas. Desgraciadamente en el entorno del Mar Menor estas divisiones han desaparecido debido al uso intensivo de las tierras agrarias donde lo que prima es la producción y el beneficio económico inmediato.

Los beneficios ambientales que proporcionan los setos y la vegetación autóctona son especialmente importantes en zonas agrícolas de uso intensivo, ya que ayudan a mantener el necesario equilibrio biológico; son refugios y reservorios para la flora y la fauna silvestres; equilibran el microclima en su zona de influencia, protegiendo los cultivos de la insolación excesiva y vientos, y manteniendo la humedad en suelos. Además, aportan un alto valor paisajístico y cultural y, sobre todo, evitan arrastres de tierras y escorrentías.

Por todos estos motivos, el mantenimiento de setos y otros elementos del paisaje es, desde hace años, una de las condiciones exigidas a los agricultores para la obtención de las importantes subvenciones europeas de la Política Agraria Común (PAC). Pero lo cierto es que, ni ésta ni otras condiciones exigidas por la Unión Europea (como el uso adecuado y moderado de fertilizantes), han sido objeto de un efectivo control por los organismos encargados de ello.

Estas pantallas vegetales que se proponen generarían una zona de alto interés ecológico y turístico. Y su coste podría ser sufragado con los Fondos Europeos de la ITI (Inversión Territorial Integrada) disponibles para la implementación de la Estrategia de Gestión Integrada de Zonas Costeras en el Mar Menor y su entorno. Este instrumento normativo, tramitado actualmente por la Consejería de Fomento, sería el cauce legal para implantar este cinturón verde alrededor del Mar Menor.


Ramón Navia en el centro explicando a integrantes del Pacto los beneficios de los setos en el entorno del Mar Menor